Sabías que el acumulamiento de cosas en el hogar y el desorden están relacionados a diferentes clases de miedos (al cambio, a ser olvidado o a olvidar, a la carencia)? Además, simbolizan confusión, falta de enfoque, caos, inestabilidad y pueden significar incertidumbre acerca de tus metas, tu identidad o lo que quieres de la vida. El lugar de la casa en el que el desorden o el acumulamiento se encuentran refleja qué área es problemática en tu vida. Por ejemplo, se dice que el clóset, o vestidor, refleja cómo te encuentras emocionalmente y que una vez lo organices tus conflictos internos se calmarán, o que una sobrecama desteñida significa que tu vida amorosa ha perdido brillo también.
Este acumulamiento indica que estás tratando de hacer demasiadas cosas a la vez, que no te estás enfocando en lo que debes hacer y que has perdido la dirección. Este acumulamiento o desorden incluye ropa apilada, cd’s o películas, juguetes o artículos deportivos desparramados, cosas que has usado recientemente pero no has puesto de vuelta en su sitio. La manera apurada en que vivimos tienden a crear este tipo de desorden y casi todos los tenemos en nuestro hogar en alguna medida. Organizar este tipo de desorden en forma inmediata te ayuda a ser más centrado y efectivo en tu vida diaria.
Objetos que no usaste en un largo tiempo y que están apilados en el ático, garage, armarios; papeles de trabajo viejos y documentos en tu computador que ya no usas; revistas de hace más de 6 meses o ropa que no te has puesto en más de un año. Esto es reflejo de que estás viviendo en el pasado y estás dejando que tus viejas ideas y emociones se apoderen de tu presente y esto a la vez evita que nuevas oportunidades y personas entren en tu vida.
Los seres humanos emitimos mensajes y señales de acuerdo con el acomodo de nuestros objetos personales, incluso en nuestros cajones. La acumulación de objetos es una forma de emitir señales; demasiados objetos emiten la señal de saturación de ideas, proyectos y planes totalmente confusos, muy poco estructurados y definidos. El desorden altera el tao o el camino para obtener nuestras metas. Bloquea las vías de acceso de oportunidades y nos hace perder tiempo, que puede ser valiosísimo para estructurar de manera ordenada y disciplinada nuestro plan de vida.
Dependiendo del lugar donde se acumule el desorden, es el mensaje o señal que se está emitiendo:
En los casos en los que tenemos antigüedades u objetos heredados, éstos se impregnan de la energía de aquellas personas a las que han pertenecido.
Un ritual para limpiarlos es hacerlo con incienso o aceite esencial natural de algún cítrico como naranja, limón, toronja o mandarina.
Después de haber acomodado todo ese desorden, ya hemos dado el segundo paso.
Ahora pasamos al tercer paso: limpiar o despejar la energía de nuestros espacios de vida. Esto te ayudará a convertir tus espacios en lugares sagrados, en el cual encontraras más sentido a tu vida y serás más asertivo en tus decisiones y proyectos.
Sobre el desorden, Louis L. Hay dice:
Haga lugar para lo nuevo. Vacíe el frigorífico, tire todos esos restos envueltos en papel de aluminio. Limpie los armarios, deshágase de todo lo que no haya usado en los últimos seis meses. Y si hace un año que no lo usa, decididamente eso está de más en su casa, así que véndalo, cámbielo, regálelo o quémelo.
Los armarios atestados y desordenados reflejan una mente en desorden. Mientras limpia los armarios, dígase que está limpiando sus armarios mentales. Al Universo le encantan los gestos simbólicos.